Actualmente, continúa habiendo muchos tabúes alrededor de la lactancia, y eso causa mucho sufrimiento en muchas ocasiones. Cuándo nos sentimos solas, o creemos que sólo nos ocurren a nosotras ciertas cosas, solemos callarlo y vivirlo en soledad.
La agitación por amamantamiento es una sensación de rechazo a nuestra/o hija/o en el momento de amamantar. No querer que mame, o que nos toque, en algunos casos. Es una sensación muy desagradable, ya que se suele vivir con culpa, y no se suele verbalizar, por lo que lo vivimos en silencio.
Quiero destacar, que este ‘rechazo’ es totalmente involuntario, y sólo ocurre en el momento de amamantar.
Hay circunstancias que pueden precipitar que este sentimiento pueda aparecer. Los más comunes son los siguientes:
Durante la lactancia en el embarazo. Puede ocurrir durante cualquier momento del embarazo, pero sobre todo suele aparecer en el segundo trimestre, si continuamos amamantando a nuestro/a hijo/a mayor. Algunos expertos afirman que en esta etapa, este ‘rechazo’ tiene una función evolutiva, para proteger al bebé, si una madre está desbordada física o emocionalmente.
Durante la lactancia en tándrem. Puede ocurrir que rechacemos que nuestro/a hijo/a mayor mame, ya sea junto con el hermano/a o de forma individual.
Lactancia en niños ‘mayores’.
No sabemos la causa exacta de por qué ocurre. Pero sí que es multifactorial. Sabemos que hay un componente hormonal, y que otros factores, como el cansancio, físico o emocional, de la madre también puede ser un factor desencadenante.
Ante esta situación, vamos a ver qué podemos hacer. Lo más importante es escucharte y saber qué quieres hacer tú. Has de decidir si quieres continuar con la lactancia o destetar. Piénsalo con calma.
Si tu decisión es continuar con la lactancia, a continuación te dejo unas herramientas que pueden ayudarte:
Reconocer la situación y ponerle nombre es importante. Si tu hijo es mayor, explicársel, adaptando el mensaje a su edad. Es importante ponerle palabras y que nuestro/a hijo/a sepa que nuestra actitud no es por algún comportamiento suyo.
Acortar o pactar las tomas, te puede ayudar. Por ejemplo: ‘Ahora mamá te va a dar teta, pero vamos a contar hasta 10 y la dejamos, ¿vale?’. Puede ser contar, cantar una canción, o lo que se te ocurra que os sirva a vosotras/os.
Distraer tu mente durante la toma, con música, un libro, conversando con tu pareja, una amiga o familiar, ya sea en persona o por teléfono ocupará tu mente y evitará que la emoción sea más intensa.
Háblalo con otras madres. Es más común de lo que crees y pueden compartir contigo cómo lo vivieron ellas, o simplemente compartirlo con otras mujeres, nos alivia.
Sé que te parecerá difícil lo que te voy a decir, pero no te culpes. Se que puede hace unos días, semanas o meses, darle el pecho a tu hija/o era lo más importante para las/os dos, y ahora no entiendes por qué ya no es así. Recuerda, es un sentimiento irracional e involuntario. Y está bien, porque es tú sentimiento, es tu emoción y tu vivencia. Está sensación no te define como madre, no te hace mala madre, no significa que no quieras a tu hijo. No tiene nada que ver con eso.
No eres a la única madre que le pasa. Si sientes que es demasiado intenso para ti, por favor, pide ayuda, no lo vivas sola. Pide ayuda a tu pareja, a la familia, a una amiga, compártelo con otras mujeres, y si necesitas, busca ayuda profesional.
Y si quieres saber más sobre temas relacionados con la lactancia o de maternidad, mira en mi web el nuevo curso `Maternar con confianza’, te dejo aquí el enlace https://spacioama.com/. En este curso te hablo de las principales complicaciones que pueden ocurrir en la lactancia y cómo gestionarlas, y sobre otros temas de maternidad que pueden ser interesantes para ti.
Estoy aquí para acompañarte en estos momentos tan intensos si lo necesitas, escríbeme y hablamos.
Si estás viviendo esta situación, te mando un abrazo de corazón.
