¿Te has preguntado alguna vez si la maternidad consciente es igual a la maternidad “color de rosa”, fácil y maravillosa al 100%? ¿Es posible ese tipo de maternidad? y si es así, ¿es realmente lo que quieres?
Quiero empezar diciéndote que no tengo la verdad, principalmente porque creo que no existe, por lo que no te voy a contestar a las preguntas de arriba con un sí o un no. Te quiero compartir mi reflexión y mi vivencia hasta ahora, a nivel personal y como profesional después de haber acompañado a muchas familias.
Creo que primero es importante distinguir entre una matenrnidad consciente o respetuosa (que ahora esta muy de moda hablar de esto), y una maternidad “de color de rosa”. La primera es la que se basa en que nuestras criaturas, nuestros hijos e hijas, son personas con el mismo derecho que cualquier otro adulto, y por lo tanto merecen todo nuestro respeto y amor, y los acompañamos en base a estos valores. Y la otra, es la que mostramos muchas veces en redes sociales, es en la que “aparentemente” es todo perfecto, no hay roces, ni malos días, todo son sonrisas y calma, y nunca hay inconvenientes.
«nuestras criaturas, son personas con el mismo derecho que cualquier otro adulto, y por lo tanto merecen todo nuestro respeto y amor, y los acompañamos en base a estos valores».
¿Es posible ese tipo de crianza?
Me habrás escuchado hablar en muchas ocasiones sobre poder disfrutar de nuestra maternidad, desde la calma y confianza, soy una fiel defensora de este lema. Pero no desde la maternidad SÓLO rosa, no desde ese lugar. La maternidad es un camino de muchos colores, un cambio que entrelaza muchas visiones y estados emocionales, creo que quedarnos sólo con uno, no es la mejor opción, ni para nosotros ni para nuestros hijos/as.
Cuando yo hablo de maternar desde la calma, me refiero a ser capaces de caminar por todos esos caminos de distintos colores, de diferentes emociones, y poder hacerlo con la confianza y la tranquilidad de que lo que hacemos es lo mejor que podemos hacer, con todo el amor del mundo. Pero eso no significa que no haya días tristes, días de angustia, de agobio o rabia. Y esta bien asi.
«Si todo fuera “bien” y nunca hubiera conflictos, estaríamos privando a nuestras criaturas de parte de nosotras»
Somos madres, pero antes, somos mujeres, y personas con necesidades, heridas y vivencias emocionales que nos han hecho ser como somos. Y con todo eso, damos a nuestros hijos/as lo mejor de nosotras. Si todo fuera “bien” y nunca hubiera conflictos, estaríamos privando a nuestras criaturas de parte de nosotras, y sobre todo, del gran aprendizaje de vida que eso ofrece. Porque a través de mis emociones, y del día a día, podemos enseñar a nuestros hijos a VIVIR, y aceptar que ellos también son todo eso (tristeza, rabia, angustia,y un sinfín de emociones más), para que puedan ser FELICES.
Sin embargo, eso no significa que no pueda ser gratificante, que no se pueda disfrutar del camino, a pesar de que no todo va a ser llano para caminar. A eso te animo, a abrazar el color de la maternidad que tengas en este momento, porque cada color tiene su lugar en el arcoiris, y eso es lo que lo hace tan maravilloso y especial.
No quería alargarme tanto pero sentía la necesidad de escribir estas palabras.
Gracias por llegar hasta aquí 🙏, si has resonado con todo esto, estaré super feliz de leerte 🥰 y que des tu reflexión o compartas tu forma de verlo.
PD 📌: Tengo a tu disposición el programa de acompañamiento “Maternar con confianza” , un programa en el que te ofrezco herramientas para disfrutar de este camino, y te acompaño, de forma personal y a través de un grupo de mujeres que están en una situación similar a la tuya. Escribe a mi correo electrónico spacioama@gmail.com o a mi teléfono 677.72.33.63, y te cuento más sobre el programa y cómo acceder a él.