¿Has visto alguna vez una placenta de cerca? Te invito a que lo hagas si tienes la oportunidad, si observas bien, verás que es un milagro de la naturaleza.
La placenta, del latín, significa «torta», por su forma redonda aplanada. Es el único órgano que creamos por un tiempo y luego lo expulsamos porque ha completado su función. ¿No te parece increíble?
«el único órgano que creamos por un tiempo y luego lo expulsamos»
Formada por hormonas, vitaminas, minerales, lípidos y múltiples nutrientes, la convierten en la perfecta aliada para ti y tu bebé.
Se forma durante las tres primeras semanas de gestación, aproximadamente, pero uno de los datos que me parecen más interesantes, es que tanto la placenta como el bebé surgen de la unión del mismo espermatozoide y óvulo, por eso son genéticamente idénticos. ¿No te parece increíble?
Una vez que la placenta se ha incrustado dentro del útero se inicia la circulación placentaria. Es impresionante ver, cómo, a pesar de que tu sangre es la que alimenta y nutre a tu bebé a través de la placenta y el cordón umbilical, vuestra sangre no se mezcla. La placenta selecciona los nutrientes y sustancias necesarias para tu bebé aportándoselas, y desechando lo que no necesita o le puede perjudicar.
Este maravilloso órgano hace la función de todos los órganos del cuerpo, hasta que estos están formados y tienen la capacidad y autonomía para funcionar por sí mismos. Gestiona el aporte de nutrientes, de oxígeno, protege de sustancias dañinas, actúa como filtro y gestiona el nivel hormonal óptimo para mantener el embarazo, entre múltiples funciones más.
La placenta nos acompaña más allá del nacimiento a través del cordón umbilical, si este no se manipula, hasta que mínimo deja de latir. Aportando toda la sangre de tu bebé que todavía contiene y aporta de forma progresiva, básico para una correcta adaptación a la vida fuera de tu útero. Es la primera fuerza de vida tras el nacimiento.
La placenta pertenece a tu bebé y a ti, por lo que es totalmente legal solicitar que te la conserven para llevártela a casa, en el caso de que se corte el cordón. Ya que también existe la opción de no hacerlo, realizando lo que conocemos como un Nacimiento Lotus. En este tipo de nacimientos la placenta y el bebé permanecen juntos hasta que se seca y se desprende el cordón de forma natural.
Podríamos seguir hablando de esta maravilla de la naturaleza durante horas. Si te gusta la lectura y quieres saber más, te recomiendo el libro de La placenta, el chakra olvidado. Robin LIn.
En la siguiente entrada te hablaré sobre la terapia placentaria.
¿Conocías estas peculiaridades de la placenta?¿viste la placenta de tu bebé? estaré feliz de leerte si me escribes en spacioama@gmail.com, o me deja un comentario en el post de Instagram.
Si quieres saber más sobre estos temas de maternidad, en mi curso “Maternar con confianza” te hablo de ello. Aquí tienes más información.
Te dejo esta maravillosa cita:
🪷“La placenta es nuestra segunda madre. Es la naturaleza cuidándonos a la perfección” Cita del Libro La placenta, el chakra olvidado.
Un abrazo de corazón 🌺